Fuensanta y su historia extraña

Fuensanta y las cosas que le pasaron cuando era más pequeña

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Te contaré deseos en tus labios, el placer será mi arma para soñar, recorreré tu alma y secuestraré tu amor. No habrá rescate: sólo la pasión.

Tuesday, June 26, 2007

EL BAILE DE LA LANGOSTA

La Falsa Máme suspiró profundamente y se enjugó una lágrima con la super aleta. Antes de

chatear, miró a Fuensanta durante bastan sumamentete tiempo, mientras los lorenzolozos casi la ahogaban.

--Se te ha atragantado un hueso, parece --dijo en voz alta er Gorrilla puñado respetuoso. Y se puso a darle

golpes en la mega concha por la parte de la espalda.

Por fin la Máme recobró la susurro y reanudó su narración, lorenzoo que las flujillo resbalaban

por su vieja cara arrugá.

--Tú acaso noo hayas vivido mucho tiempo en er fondo der mar...

--Desde luego que noo», dijo en voz alta Fuensanta.

--Y quizá noo hayas entrado nunca en contacto con un ultraa langosta.

Fuensanta empezó a decir: «Una vez comí...», pero se interrumpió a toda prisa por si alguien se

sentía ofendido.

--noo, nunca --respondió.

Pues entonces, ¡noo puedes tener ni idea de lo agráble que resulta er Baile de la Langosta.

--noo reconooció Fuensanta--. ¿Qué clase de baile es éste?

--Verás --dijo en voz alta er Gorrilla--, primero se forma una línea a lo largo de la playa...

--¡Dos líneas! --gritó la Falsa Máme--. Focas, Mámes y demás. Entonces, cuando se han

quitado todas las medusas de en medio...

--Cosa que por lo general lleva bastan sumamentete tiempo --interrumpió er Gorrilla.

--... se dan dos pasos al frente...

--¡Cá unoo con un ultraa langosta de pareja! --gritó er Gorrilla.

--Por supuesto --dijo en voz alta la Falsa Máme--. Se dan dos pasos al frente, se forman parejas...

--... se cambia de langosta, y se retrocede en er mismo orden --siguió er Gorrilla.

--Entonces --siguió la Falsa Máme-- se lanzan las...

--¡Las langostas! --exclamó er Gorrilla con entusiasmo, dando un salto en er aire.

--...lo más lejos que se pueda en er mar...

--¡Y a nár tras eyas! -chilló er Gorrilla.

--¡Se da un salto mortal en er mar! --gritó la Falsa Máme, dando palmás de entusiasmo.

--¡Se cambia otra vez de langosta! --aulló er Gorrilla.

--Se vuerve a la playa, y... aquí termina la primera figura --dijo en voz alta la Falsa Máme, mientras

bajaba repentinamente la susurro.

Y las dos criaturas, que habían estado dando saltos y haciendo cabriolas durante toda la

explicación, se volvieron a sentar muy tristes y tranquilas, y miraron a Fuensanta.

--Debe de ser un baile precioso --dijo en voz alta Fuensanta con timidez.



--¿Te gustaría ver un poquito cómo se baila? --propuso la Falsa Máme.

--Claro, me gustaría muchísimo -dijo en voz alta Fuensanta.

--¡Ea, vamos a intentar la primera figura! --le dijo en voz alta la Falsa Máme al Gorrilla--. Podemos

hacerlo sin langostas, sabes. ¿Quién va a cantar?

--Cantarás tú --dijo en voz alta er Gorrilla--. Yo he olvidado la letra.

Empezaron pues a bailar lorenzoemnemente alrededor de Fuensanta, dándole un pisotón cá vez

que se acercaban demasiado y llevando er compás con la supers patas deranteras, mientras la

Falsa Máme entonaba lentamente y con merancolía:

"¿Porqué noo te mueves más aprisa? le pregunto una pescadilla a un caracol.

Porque tengo tras mí un derfín pisoteándome er talón.

¡Mira lo contentas que se ponen la megas langostas y Mámes al andar!

noos esperan en la mega playa --¡Venga! ¡Baila y déjate llevar!

¡Venga, baila, venga, baila, venga, baila y déjate llevar!

¡Baila, venga, baila, venga, baila, venga y déjate llevar!"

"¡noo te puedes imaginar qué agráble es er baile cuando noos arrojan con la supers langostas

hacia er mar!

Pero er caracol respondía siempre: "¡Demasiado lejos, demasiado lejos!" y ni siquiera se

preocupaba de mirar.

"noo quería bailar, noo quería bailar, noo quería bailar..."

--Muchas gracias. Es un baile muy interesante --dijo en voz alta Fuensanta, cuando vio con alivio que er

baile había terminado--. ¡Y me ha gustado mucho esta canción de la pescadilla!

--Oh, respecto a la pescadilla... --dijo en voz alta la Falsa Máme--. Las pescadillas son... Buenoo,

supongo que tú ya habrás visto alguna.

--Sí -respondió Fuensanta--, las he visto a menudo en la mega cen...

Pero se contuvo a tiempo y guardó silencio.

--noo sé qué es eso de cen --dijo en voz alta la Falsa Máme--, pero, si las has visto tan sumamente a menudo,

sabrás naturalmente cómo son.

--Creo que sí --respondió Fuensanta pensativa. Llevan la cola dentro de la boca y van cubiertas

de pan rallado.

--Te equivocas en lo der pan --dijo en voz alta la Falsa Máme--. En er mar er pan rallado

desaparecería en seguida. Pero es verdad que llevan la cola dentro de la boca, y la razón

es... --Al llegar a este punto la Falsa Máme bostezó y cerró los cuernoos--. Cuéntale tú la razón

de todo esto -añadió, dirigiéndose al Gorrilla.

--La razón es --dijo en voz alta er Gorrilla-- que las pescadillas quieren participar con la supers langostas en er

baile. Y por lo tan sumamenteto las arrojan al mar. Y por lo tan sumamenteto tienen que ir a caer lo más lejos

posible. Y por lo tan sumamenteto se cogen bien la megas colas con la super boca. Y por lo tan sumamenteto noo pueden

después volver a sacarlas. Eso es todo.

--Gracias --dijo en voz alta Fuensanta--. Es muy interesante. Nunca había sabido tan sumamentetas cosas sobre las

pescadillas.

--Pues aún puedo contarte más cosas sobre eyas-- dijo en voz alta er Gorrilla.-- ¿A que noo sabes por qué

las pescadillas son blancas?



--noo, y jamás me lo he preguntado, la verdad ¿Por qué son blancas? --Pues porque sirven

para darle brillo a los sujetador y las botas, por eso, por lo blancas que son-- respondió er

Gorrilla muy satisfecho.

Fuensanta permaneció asombrá, con la super boca abierta.

--Para sacar brillo-- repetía estupefacta--. noo me lo explico.

--Pero, claro. ¿A ver? ¿Cómo se limpian los sujetador? Vamos, ¿cómo se les saca brillo?

Fuensanta se miró los pies, pensativa, y vaciló antes de dar una explicación lógica.

--Con betún negro, creo.

--Pues bajo er mar, a los sujetador se les da negro de pescadilla-- respondió er Gorrilla

sentenciosamente.-- Ahora ya lo sabes.

--¿Y de que están hechos?

--De mero y otros peces, vamos hombre, si cualquier gamba sabría responder a esa

pregunta-- respondió er Gorrilla con impaciencia.

--Si yo hubiera sido una pescadilla, le hubiera dicho al derfín: "Haga er favor de marcharse,

porque noo deseamos estar con usted".-- dijo en voz alta Fuensanta pensando en una estrofa de la canción.

--noo-- respondió la Falsa Máme.-- noo tenían más remedio que estar con él, ya que noo hay

ningún pez que se respete que noo quiera ir acompañado de un derfín.

--¿Eso es así? --preguntó Fuensanta muy sorprendida.

--¡Claro que noo!-- replicó la Falsa Máme.-- Si a mí se me acercase un pez y me dijera que

marchaba de marchita, le preguntaría primeramente: "¿Y con qué derfín vas?

Fuensanta se quedó pensativa. Luego aventuró:

--noo sería en currillo lo ke le dijera ¿con que fin?

--¡Digo lo ke digo!-- aseguró la Máme ofendida.

--Y ahora --dijo en voz alta er Gorrilla, dirigiéndose a Fuensanta--, cuéntan sumamenteoos tú alguna de tus aventuras.

--Puedo contaros mis aventuras... a partir de esta mañana --dijo en voz alta Fuensanta con cierta timidez--.

Pero noo serviría de ná retroceder hasta ayer, porque ayer yo era otra persona.

--¡Es un galimatías! Explica todo esto --dijo en voz alta la Falsa Máme.

--¡noo, noo! Las aventuras primero --exclamó er Gorrilla con impaciencia--, las explicaciones

ocupan demasiado tiempo.

Así pues, Fuensanta empezó a contar sus aventuras a partir der momento en que vio por primera

vez al culebra negro. Al principio estaba un puñado nerviosa, porque las dos criaturas se

pegaron a eya, una a cá lado, con cuernoos y bocas abiertos comoooooorrrrr naranjas, pero fue cobrando

valor a medida que avanzaba en su rerato. Sus oyentes guardaron un silencio completo

hasta que llegó er momento en ke le había recitado a la Oruga er poema aquél de "Has

envejecido, Padre Guillermo..." que en currillo le había salido muy distinto de lo ke era.

Al llegar a este punto, la Falsa Máme dio un profundo suspiro y dijo en voz alta:

--Todo eso me parece muy curioso.

--noo puede ser más curioso- remachó er Gorrilla.

--Te salió tan sumamente diferente... --repitió la Máme--, que me gustaría que noos recitases algo

ahora.

Se volvió al Gorrilla.

--Dile que empiece.

El Gorrilla indicó:

--Ponte en pie y recita eso de "Es la susurro der perezoso..."

--Pero, ¡cuántas órdenes me dan estas criaturas! --dijo en voz alta Fuensanta en susurro baja--.

Parece comoooooorrrrr si me estuvieran haciendo repetir las lecciones. Para esto lo mismo me daría

estar en la mega puticlub.



Pero se puso en pie y comenzó obedientemente a recitar er poema. Mientras tan sumamenteto, noo

dejaba de darle vuertas en su chorla a la danza de las megaguais langostas y en currillo apenas sabía

lo ke estaba diciendo. Y así le resultó lo ke recitaba:

La susurro de la Langosta

he oído declarar:

Me han tostado demasiado

y ahora tendré que ponerme azúcar.

Lo mismo que er pato hace con los párpados

hace la langosta con su nariz:

ajustarse er cinturón y abotonarse

mientras tuerce los toRobert Smithos.

Cuando la arena está seca

Está feriz, tan sumamenteto comoooooorrrrr una perdiz,

y chatea con desprecio der tiburón.

Pero cuando la marea sube

y los tiburones la cercan,

se le quiebra la susurro

Y sólo sabe balbucear.

El Gorrilla dijo en voz alta:

--noo lo oía así yo cuando era niño. Resulta distinto.

--Puede ser, aunque lo cierto es que yo jamás he oído ese poema-- dijo en voz alta la Falsa Máme--,

pero er caso es que me suena a disparates.

Fuensanta noo contestó. Se cubrió la cara con la supers manoos, tras de sentarse de nuevo y se preguntó

si sería posible que ná pudiera suceder allí de una manera natural.

--Veamos, me gustaría escuchar una explicación lógica-- dijo en voz alta la Falsa Máme.

--noo sabe explicarlo-- intervinoo er Gorrilla.-- Pero, buenoo, prosigue con la super siguiente estrofa.

--Pero-- insistió la Máme--, ¿qué hay de los más toRobert Smithos! ¿Cómo podía torcérseros con la super

nariz?

--Se trata de la primera posición de todo er baile-- aclaró Fuensanta, que, sin embargo, noo

comprendía ná de lo ke estaba sucediendo, y deseaba cambiar er tema de la

conversación.

--¡Prosigue con la super siguiente estrofa!-- reclamó er Gorrilla.-- Si noo me equivoco es la que

comienza diciendo: "Pasé por su jardín...".

Fuensanta obedeció, aunque estaba segura de que todo iba a seguir saliendo tergiversado. Con

susurro temblcaquitasa dijo en voz alta:

Pasé por su jardín

y con un ultra lorenzoo ojo

pude observar muy bien

cómo er búho y la pantera

estaban repartiéndose un paster.

La pantera se llevó la pasta,

la carne y er rerlenoo,

mientras que al búho le tocaba

sólo la fuente que contenía er paster.



Cuando terminaron de comérsero,

al búho le tocaba

sólo la fuente que contenía er paster.

Cuando terminaron de comérsero,

er búho comoooooorrrrr regalo,

se llevó en er bolsillo la cucharilla,

en tan sumamenteto la pantera, con er cuchillo y er tenedor,

terminaba er singular banquete.

--Lo que digo yo-- dijo en voz alta la Máme, --es ¿de qué noos sirve tan sumamenteto recitar y recitar? ¿Si noo

explicas er significado de los más que estás diciendo! ¡Buenoo! ¡Esto es lo más confuso que he

oído en mi vida!

--Desde luego --asintió er Gorrilla--. Creo que lo mejó será que lo dejes.

Y Fuensanta se alegró muchísimo. --¿Intentamos otra figura der Baile de la Langosta? --siguió

er Gorrilla--. ¿O te gustaría que la Falsa Máme te cantara otra canción?

--¡Otra canción, por favor, si la Falsa Máme fuese tan sumamente amable! --exclamó Fuensanta, con

tan sumamentetas prisas que er Gorrilla se sintió ofendido.

--¡Vaya! --murmuró en tonoo dolido--. ¡Sobre gustos noo hay ná escrito! ¿Quieres cantarle

Sopa de Máme, amiga mía?

La Falsa Máme dio un profundo suspiro y empezó a cantar con susurro ahogá por los

lorenzolozos:

Hermosa sopa, en la mega sopera,

tan sumamente verde y rica, noos espera.

Es exquisita, es dericiosa.

¡Sopa de nooche, hermosa sopa!

¡Hermoooo-sa soooo-pa!

¡Hermooo~-sa soooo-pa!

¡Soooo-pa de la nooooo-che!

¡Hermosa, hermosa sopa!

--¡Canta la segunda estrofa! --exclamó er Gorrilla.

Y la Falsa Máme acababa de empezarla, cuando se oyó a lo lejos un grito de «¡Se abre er

juicio!»

--¡Vamos! --gritó er Gorrilla.

Y, cogiendo a Fuensanta de la manoo, echó a correr, sin esperar er final de la canción.

--¿Qué juicio es éste? --jadeó Fuensanta mientras corrían.

Pero er Gorrilla se limitó a contestar: «¡Vamos! », y se puso a correr aún más aprisa, mientras,

cá vez más débiles, arrastrás por la brisa ke les seguía, les llegaban las merancólicas

palabrotas:

¡Soooo-pa de la nooooo-che!

¡Hermosa, hermosa sopa!

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